Mi tributo a la vida

A partir de febrero de 2009, la vida empezó a darme la lección más difícil de aprender y de entender.

 

Poco a poco mi capacidad motriz se vio afectada, hasta que en septiembre de 2010 quedé parapléjica.  Infinidad de enfermedades desfilaron en mi expediente; estudios y diagnósticos que sólo incrementaron mi ansiedad y depresión por no ser una persona autosuficiente.

 

En octubre de 2010 me atiende el Dr. Miguel Ángel Carrillo Jiménez, Neurocirujano del Hospital General "Darío Fernández Fierro" del I. S. S. S. T. E.  Me practican la Resonancia Magnética y el resultado fue un Meningioma en la T11 y T12, por lo cual la cirugía era imprescindible, la parálisis progresaba con rapidez.

 

En enero de 2011 se me practica la cirugía para extirpar el tumor que impedía la movilidad de mis piernas.  Sin embargo, el Dr. Carrillo jamás quiso darme la esperanza de volver a caminar.  Durante los días que permanecí internada en el Hospital, la vida me permite conocer a un sinfín de ángeles, quienes no permitieron que mi ánimo decayera para lograr una recuperación favorable.

 

A unos meses de la cirugía, me encuentro en ese proceso de recuperación y rehabilitación.   No sé lo que la vida me depare en un futuro, mientras tanto esta página es

 

Mi tributo a la vida

 

Han transcurrido 12 años desde el día de mi cirugía, 11 años y medio de que volví a caminar como lo prometí y 10 años y medio de reincorporarme a mi labor docente.

 

El camino aún es largo y el futuro incierto.  Pero dicen que la fe mueve montañas y a mí me ha levantado de una cama, así que a seguir adelante.

 

Mil gracias a cada uno de mis ángeles. Sobre todo, a Dios por no abandonarme, a mi familia por apoyarme y quererme, a mis amigos por ser y estar cuando más les necesité y muy especialmente a mis Doctores, Miguel Ángel Carrillo Jiménez, Miguel Ángel Hernández Hernández y Miguel Ángel Rosado Ramírez por su paciencia y dedicación.

 

Mención aparte para mis grandes amores: Blas, Gustavo y José Alberto, los amo y por ustedes deseo seguir luchando y no dejarme vencer.

 

Gracias a mi padre a 8 años de su partida, quien respetó cada una de mis decisiones, con sus aciertos y sus errores, pero que me dio la libertad de crecer y madurar; y hoy en su ausencia física, sea capaz de vivir con la fortaleza que él me enseñó.

 

Hoy 15 de mayo de 2018, mi vida profesional da un cambio. Dejo las aulas para convertirme en Directora. Ojalá que lo que he aprendido dentro de un salón de clases, no se me olvide y me permita ejercer con el mismo amor mi nueva función directiva.

 

Mientras, éste seguirá siendo ...

 

Mi tributo a la vida